¿Qué es un canal ético? Claves para entender las nuevas regulaciones en el mundo laboral

En un mundo empresarial cada vez más complejo y competitivo, la ética se ha convertido en un pilar fundamental para construir una cultura organizacional más sólida a largo plazo. 

La confianza de los consumidores, empleados y proveedores se ha vuelto esencial, y las empresas deben adoptar prácticas éticas para mantener y fortalecer estas relaciones. 

En este contexto, distintas regiones han adoptado medidas y marcos regulatorios para asegurar la transparencia y la seguridad de los colaboradores.   

Uno de estos ejemplos es la nueva Ley 02/2023, sancionada el 2 de febrero de 2023 en España, que establece la obligatoriedad de que todas las empresas con más de 50 trabajadores dispongan de un canal ético, a partir del 1 de diciembre del 2023.

A su vez, la ley establece que el canal ético debe ser accesible a cualquier persona que tenga contacto con la empresa, y que debe garantizar la confidencialidad y la protección del denunciante.

Por otro lado, en Chile, ya se aplica la Ley 21.643, denominada Ley Karin (en memoria a Karin Salgado, enfermera que sufría acoso en su lugar de trabajo), y se aplica a sectores públicos y privados que altera el Código del Trabajo. 

Esta ley impone la obligación de implementar protocolos para prevenir e investigar el acoso laboral y sexual —así como la violencia dentro de las organizaciones— con el objetivo de mejorar la protección y prevención para los trabajadores. Asimismo, la entidad empleadora deberá recibir capacitación continua sobre estos temas y comunicar a sus empleados los procedimientos para realizar denuncias.

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¿Qué es un canal ético?

Un canal ético es un mecanismo interno que permite a los empleados, clientes y otros colaboradores denunciar conductas contrarias a la ética dentro de una organización de forma confidencial. También se conoce como línea ética, línea de denuncia o canal de whistleblowing. 

Este sistema proporciona un medio seguro y anónimo para informar sobre irregularidades, corrupción, acoso laboral u otras prácticas no éticas que puedan tener lugar en la empresa.

¿Cuáles son los beneficios de contar con un canal ético para empresas?

La implementación de un canal ético va más allá del simple cumplimiento normativo. Aporta numerosos beneficios a las empresas, entre ellos:

Detección temprana de riesgos: Permite identificar y abordar rápidamente prácticas no éticas, reduciendo así los riesgos legales y reputacionales.

Cultura organizacional ética: Fomenta una cultura ética en la empresa, donde los empleados se sienten parte activa en la promoción de conductas éticas.

Fortalecimiento de la confianza: Genera confianza entre empleados, clientes y stakeholders al demostrar un compromiso claro con la integridad y la transparencia.

Mejora del clima laboral: Proporciona un medio para abordar problemas internos, contribuyendo a un ambiente laboral más saludable y productivo.

Desafíos y consideraciones prácticas a tener en cuenta

Aunque la implementación de un canal ético es un paso tanto obligatorio como necesario en España, las empresas también enfrentarán desafíos prácticos. Por eso, es fundamental que las compañías sigan ciertas pautas para que este mecanismo sea efectivo: 

Promoción y concientización: Las empresas deben realizar campañas de concienciación para informar a los empleados sobre la existencia del canal ético y su importancia.

Gestión de denuncias: Desarrollar un protocolo eficaz para gestionar las denuncias recibidas y garantizar una respuesta adecuada a cada situación.

Formación continua: Proporcionar formación continua a empleados y directivos sobre ética empresarial y el uso adecuado del canal ético.

¿Existen sanciones si no aplico un canal ético en mi empresa?

Por lo general, existen sanciones si no se aplican las medidas correspondientes en cada organización, y eso dependerá de la jurisdicción y la región en la que se encuentre.

Por ejemplo, en España, el incumplimiento de la Ley 2/2023 de Protección de Informantes puede conllevar sanciones económicas graves y muy graves para las empresas.

De acuerdo con la normativa vigente, la ley condena con una sanción de hasta 600.000 euros para los casos graves, y hasta 1 millón de euros para los casos más graves. 

Algunas de estas acciones, que va en contra de los derechos del denunciante, tiene que ver con el incumplimiento de la confidencialidad y el anonimato, impedir o dificultar el acceso a un canal apto para dicha denuncia o aplicar alguna represalia contra el whistleblower.

Promueve tu canal ético de forma efectiva

Para que un canal ético sea efectivo, es importante que sea conocido y accesible por todos los interesados. En este sentido, la comunicación interna juega un papel fundamental.

Uso de la cartelería digital

La cartelería digital es una herramienta que puede ser muy útil para promover un canal ético eficientemente. Las pantallas digitales pueden colocarse en lugares estratégicos de la empresa, como las salas de descanso, los pasillos o los comedores.

En estas pantallas, se pueden colocar anuncios o mensajes que informen sobre el canal ético, sus objetivos y cómo utilizarlo. También se puede colocar un código QR que, al escanearlo, redirija al usuario a la página web del canal ético.

Esta es una forma sencilla y eficaz de dar a conocer el canal ético a todos los interesados. Además, el hecho de que el código QR sea anónimo y confidencial, puede ayudar a las personas a sentirse más cómodas a la hora de denunciar irregularidades.

Otros consejos para promover un canal ético

Además de utilizar la cartelería digital, hay otras cosas que las empresas pueden hacer para promover un canal ético eficientemente. Estas incluyen:

Formar a los empleados sobre el canal ético. Es importante que los empleados conozcan los objetivos del canal ético, cómo utilizarlo y cómo garantizar su confidencialidad.

Promocionar el canal ético a través de otros canales de comunicación. Por ejemplo, se puede mencionar el canal ético en las noticias de la empresa, en los boletines internos o en las redes sociales.

Garantizar la confidencialidad y protección del denunciante. Las empresas deben tomar medidas para garantizar que los denunciantes no sean objeto de represalias.