La Inteligencia Artificial se revela como toda una revolución en el campo de la Comunicación Interna
La Inteligencia Artificial se revela como toda una revolución en el campo de la Comunicación Interna https://woxi.digital/wp-content/uploads/2023/04/IA_y_DEX_-_el_puente_hacia_la_CX_que_necesita_este_2023.jpg 2000 1333 WOXI //woxi.digital/wp-content/uploads/2021/11/woxi-logotipo@2x-min.pngLa Inteligencia Artificial es una de las tecnologías más en boga en los últimos años, y cada vez cobra mayor protagonismo en los diferentes espacios y procesos de las compañías.
Frente a este paradigma, la comunicación interna está experimentando muchos cambios: esta tecnología complementa la curva de transformación digital que viene acompañando los diferentes desafíos que enfrentan las empresas para llegar a cada uno de sus colaboradores.
Según Gartner, el 37% de las organizaciones ha implementado IA de alguna forma, lo que significa un aumento del 270% en los últimos cuatro años.
No obstante, las inversiones que las empresas hacen en IA generalmente están enfocadas en optimizar la CX. Pero, ¿hay un espacio para el EX dentro de estas herramientas?, ¿las empresas ponen la misma energía en mejorar la satisfacción de sus colaboradores?
Esta tecnología, que salió de los laboratorios y que cada vez cobra más protagonismo en la vida cotidiana de las personas, ha permitido también a las empresas mejorar sus operaciones, además de lograr procesos más eficientes para darle mayor valor a su capital humano.
Por consecuencia, se percibe una mejora de los indicadores de la experiencia digital de sus colaboradores (DEX); campo que está experimentando una evolución en la nueva década laboral gracias a las funciones con Inteligencia Artificial.
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Plataformas de comunicación interna: hacia funciones cada vez más inteligentes
Actualmente, existen numerosas herramientas con IA aplicada, que van desde la gestión de los colaboradores hasta tecnologías que pueden reconocer estados de ánimo y así analizar posibles acciones frente a ello. Estas plataformas encuentran una serie de beneficios que obtienen grandes resultados para diferentes tipos de compañías.
Aquí tienes una lista con los principales casos que aportan un valor diferencial en las experiencias con los colaboradores:
- Personalización de la comunicación: Existen diferentes herramientas de IA que pueden ayudar a personalizar la comunicación interna, lo que puede aumentar la relevancia y la efectividad de los mensajes. Por ejemplo, los empleados pueden recibir recomendaciones de contenido personalizadas en función de sus intereses, necesidades o su perfil personal.
- Análisis de datos: la IA puede ayudar a analizar grandes cantidades de datos dentro de la comunicación interna para identificar patrones y tendencias en la comunicación de la organización. Esto permite que los líderes tomen mejores decisiones orientadas a cómo mejorar la cultura corporativa.
- Mejora de la colaboración: la IA ayuda a fomentar la interacción entre equipos y colaboradores mediante chatbots, asistentes virtuales y plataformas de videoconferencia. Estas herramientas han sido estandartes de la comunicación remota en la transición hacia el modelo híbrido de trabajo.
- Automatización de tareas: la IA puede ayudar a automatizar tareas repetitivas y monótonas, lo que permite a los empleados dedicar más tiempo a tareas creativas y estratégicas. Esto puede mejorar la eficiencia y la productividad en el lugar de trabajo.
Herramientas como estas permiten diseñar e implementar estrategias de comunicación que brindan una experiencia más flexible, personalizada y de apoyo a los empleados.
Además, fomenta la employee listening y mantiene a los colaboradores comprometidos, conectados y creativos, mediante canales de comunicación activos e integrados.
Aun con todos los aportes dentro de la comunicación, esta tecnología atraviesa su mayor proceso de aceptación, acarreando detractores y preocupaciones para un público menos experimentado y que se resiste a un paradigma tecnológico inevitable.
Inteligencia artificial: ¿aliada o enemiga?
El debate de toda tecnología emergente tiene, por lo general, dos aristas un poco controversiales.
En el caso de la Inteligencia Artificial, no podía ser para menos.
El primero está relacionado con su función práctica disruptiva. Es decir, una herramienta que irrumpe con procesos manuales siempre tiene su injerencia en los puestos laborales que han sido históricamente dueños de la mano de obra humana.
El mayor precedente de este paradigma lo encontramos en el siglo XVIII con la Primera Revolución Industrial, hecho que denotó con el mayor avance de la tecnología hasta la fecha, introduciendo técnicas que han transformado los procesos para siempre, como la máquina de vapor, motores de combustión interna y la energía eléctrica, por nombrar algunos.
Si bien las capacidades de inteligencia artificial están hace unos años con nosotros, es en la actualidad donde esta tecnología se ha tornado más accesible, tomando espacios donde su aplicación antes era impensada.
Por otro lado, su efectividad, precisión y capacidad de respuesta está siendo la más alta en su historia, hecho que sorprende a muchos profesionales, líderes y usuarios de diferentes ámbitos. Esto la convierte en una amenaza para puestos tradicionales como aquellos que requieren una preparación especializada.
El segundo, su accionar ético y moral. Esto tiene que ver con el uso de la información que recopilan.
La base fundamental de toda plataforma digital basada en IA tiene que ver con la captación de datos, y estos pueden resultar sensibles para los usuarios. Algunas de estas, por ejemplo, captan la información sobre aspectos mucho más personales, como la huella digital, la iris y los patrones faciales.
Actualmente, existen leyes y normas que intentan proteger la identidad del usuario, y cada vez más las compañías están siendo transparente con el uso de esta información a través de declaraciones de políticas responsables.
Entonces, ¿la IA tiene alguna connotación negativa en los roles profesionales actuales?
Lo cierto es que no. La IA tiene un trabajo complementario que, en su buena aplicación y ejecución dentro del DEX, permitirá simplificar procesos, implementar nuevas estrategias mucho más empáticas y efectivas, automatizar acciones y comprender mejor aspectos individuales de los colaboradores para fomentar una cultura corporativa acorde a los parámetros del trabajo híbrido contemporáneo.